En su paso por Colombia, el experto internacional Kenichi Ohmae impartió a los empresarios colombianos una cátedra sobre cómo encontrar el camino acertado para lograr una adecuada inserción en la economía mundial. Una ardua labor de mercadeo y el posicionamiento de la marca “Colombia” serían los puntos de partida.
Crear una “marca país” fuerte y poderosa que se fije en la mente del resto del mundo, de tal manara que empresas y consumidores de diversas regiones se interesen por hacer negocios con Colombia. “Debe ser una idea sencilla y fácil de comunicar”, indicó el gurú internacional Kenichi Ohmae ante un auditorio de 500 empresarios que se congregaron para celebrar los cien años de Carulla. “Las empresas colombianas deben tener por lo menos dos o tres marcas dentro de la lista de las cien marcas más poderosas de América”, agregó.
Y es que para este estudioso del tema, que ha escrito numerosos libros y artículos sobre estrategia empresarial y que fue reconocido por The Economist como uno de los cinco gurús del mundo en este campo, Colombia no está tan lejos de alcanzar a naciones como Turquía, Tailandia y Vietnam, que les siguen muy de cerca los pasos a China, India, Rusia y Brasil, que sin duda comandan el desarrollo y el crecimiento de la economía global.
Para Ohmae, las principales fortalezas del país se sitúan en los bajos costos de producción, el concepto de calidad con que cuentan los empresarios nacionales, la calidad de la mano de obra, la ubicación geográfica y la mejor imagen que ahora tiene Colombia gracias a los resultados que, según el experto, ha conseguido el gobierno del presidente Uribe en materia de seguridad.
Sin embargo, aún es largo el camino que resta por recorrer. Se requiere un mayor desarrollo de la infraestructura vial y portuaria, que le permita a Colombia convertirse en un gran puerto para los países del sur, “en un centro de operaciones para las exportaciones no sólo de Colombia sino de otros países de la región”, comentó el consultor internacional. La idea es crear valor agregado a los productos básicos de exportación, como el café, las flores y el petróleo. “Colombia ha hecho cierto mercadeo de café en Estados Unidos, pero eso no se traduce en buenos precios. El objetivo es crear una marca reconocida con estos productos”, añadió.
Y es que otro de los aspectos fundamentales para aspirar a ocupar los primeros puestos de la economía mundial, a juicio de Ohmae, es el incremento de la inversión extranjera. No en vano –según él–, este fue uno de los aspectos que impulsaron el crecimiento económico de China, que hoy recibe US$40.000 millones en capitales extranjeros.
“El primer paso es volver atractivo el país para los colombianos que salieron de él, ya que luego de unos años en el exterior se han convertido en profesionales con educación avanzada, que regresarían cargados de experiencias valiosas y excelentes conexiones”, agregó el experto.
En tal sentido, indicó que se deben crear empresas que ofrezcan servicios de outsourcing a firmas internacionales. En este campo, por ejemplo, Colombia cuenta con un gran potencial en el segmento de los call centers, dada la neutralidad de su acento. Adicionalmente, hizo énfasis en la necesidad de sentar las bases para crear un clima de estabilidad monetaria, para lo cual recomendó disminuir la dependencia del dólar y diversificar tanto las reservas de la nación como las inversiones de las empresas y de las personas naturales hacia otras monedas como el euro, e incluso el yen.
El camino equivocado
Según el experto consultor, uno de los grandes errores que ha cometido Colombia es considerar a Estados Unidos un modelo de desarrollo. “Este país no es un buen ejemplo, ni un buen profesor”, manifestó, y por el contrario afirmó que si de economías similares se trata se deben mirar naciones como las asiáticas, que han tenido un nivel de desarrollo parecido al de los países de Latinoamérica.
A su juicio, otro de los errores cometidos por Colombia ha sido creer que sin la eliminación de flagelos como el del narcotráfico es imposible crecer. “El narcotráfico, la pobreza y la violencia no son factores que impidan el crecimiento, ya que se pueden combatir. Las empresas colombianas deben darse cuenta de que el mundo está cambiando, que la tecnología está al alcance para llegar al resto del mundo y que existen amplias oportunidades para el ingreso de los países en desarrollo”, sostuvo.
Y es que precisamente ofrecerles a los jóvenes mayor acceso al conocimiento y a las nuevas tecnologías es uno de los factores que asegurarán el acceso a una economía globalizada. Durante su conferencia, Ohmae insistió en que la capacidad intelectual es ahora el factor determinante en la generación de riqueza, más que los recursos capitales e incluso el capital. De esta manera, la educación debe ser una prioridad nacional, haciendo especial hincapié en el aprendizaje del inglés, el uso de la tecnología y el manejo de las finanzas.
Colombia y el TLC
Atónitos quedaron los más de 500 empresarios que escucharon atentos la intervención de Kenichi Ohmae cuando se refirió a las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) que Colombia lleva a cabo con Estados Unidos. A su juicio, las compañías colombianas no están preparadas para enfrentar un impacto como el que supone la competencia con ese país.
“Colombia es un país con ingreso por habitante de U$2.000, mientras que los estadounidenses cuentan con un ingreso promedio de U$5.000. Por tanto, su país debería esperar a estar por lo menos cerca del nivel de los U$5.000 para pensar en firmar un tratado de esta índole. Más bien deberían pensar en establecer este tipo de convenios con naciones más afines, como China, por ejemplo, que tiene un ingreso promedio de U$1.500”, señaló.
En su opinión la firma del TLC tal como está contemplado llevaría a que empresas multinacionales llegaran al mercado nacional y se apoderaran de las compañías nacionales, en una especie de colonialismo industrial. “Un tratado de libre comercio debe ser recíproco, no ir en una sola dirección. Estados Unidos está negociando con todo el mundo y una vez que entren a regir los acuerdos, ellos no van a proteger a los empresarios colombianos. Cuando el mercado se abra, van a jugar con las leyes de la competitividad”, puntualizó.
¿Quién es?
Kenichi Ohmae, considerado en el ámbito mundial como “el Señor Estrategia”, es conferencista y consultor empresarial. Fue catalogado por el Financial Times de Londres como el único gurú gerencial del Japón. Ha publicado diversos libros de análisis sociopolítico y de negocios, y ha escrito importantes artículos en The Wall Street Journal, Harvard Business Review, Foreign Affairs y The New York Times.