Hay algo que hasta ahora no he podido comprender y no se si algún día lo haga, porque me parece lo más ilógico del mundo. Todos dicen que quieren oportunidades para demostrar sus capacidades, llegan ante personas o empresas con pieles de corderos dispuestos a ponerse la camiseta y trabajar arduamente para sacar los objetivos puestos adelante, pero después se quitan esa mascara y muestran, como dicen en Antioquia, el cobre.
Cuando uno se mete a trabajar en una empresa, aunque sea de escampadero mientras que sale una propuesta mejor, hay que tener compromiso y jugársela toda por aquellos que creyeron en uno. Todos quieren triunfar sin esfuerzos, quieren salir adelante con la arrogancia de creer que se lo merecen.
Cuando uno se compromete a trabajar en una empresa es porque acepta como es ésta y está dispuesto ha sacarla adelante, hay que apropiarse de ella, no sentirse como un empleado más, aunque lo sea, sino que hay que sentirse como miembro fundamental y dolerle todo lo que pasa allí. Una frase que he escuchado sobretodo de los mas jóvenes es “trabajo allá pero odio esa empresa”…si es así renuncia, si no se quiere el lugar en el cual le están dando la oportunidad de mostrar las capacidades que se tienen y hasta de ganarse unos pesos, entonces es mejor no trabajar ahí.
Og Mandino en su libro “El Vendedor Mas Grande Del Mundo” da algunos secretos que todos deberían a aplicar. Entre ellos están:
- “Vivir cada día como si fuese el último de tu vida”
Lo cual hay que interpretar que todos los días en el trabajo hay que tener el entusiasmo a lo alto y pensar que no hay que esperar al mañana, hay que vivir el hoy. Muchos trabajan con una gran desmotivación, o como dicen muchos “porque toca”, y solo esperan que llegue la oportunidad que están esperando para trabajar en otra parte; son mediocres en su trabajo, se distraen fácilmente con cosas superfluas, y creen que tienen derecho a utilizar el internet para chatear y visitar sus perfiles en las redes sociales o el teléfono para tratar asuntos personales, utilizan tiempo laboral en cosas que no aportan a la causa. ¿Es justo esto con aquellos que le han dado la oportunidad de tener experiencia laboral?
- “Los problemas de la casa déjalos en la casa y los del trabajo en el trabajo”
Esto da hasta risa, hay personas que llegan al trabajo de mal genio y reflejan esto con el trato de los demás, o también pierden tiempo valioso hablando de temas vánales que no aportan nada para su labor, pero los peores son los que culpan a su trabajo de los problemas personales que tienen. Cuando uno entra a trabajar sabe bajo que condiciones entra y si uno quiere mejorar esas condiciones hay que hacer meritos para que esto pase, esto incluye involucrarse de lleno en al empresa y hasta atreverse a presentar propuestas que la mejoren, no solo mirar los toros desde la barrera.
Da tristeza cuando se descubre que la gente no tiene sentido de pertenencia o peor aun, tienen un sentido de pertenencia falso; genera una sensación de traición. Lo que hace que une empresa salga adelante es su capital humano pero si su personal trabaja con mediocridad, o con arrogancia, lleva como resultado que este capital humano no existe.
No importa que tipo de empresa sea, si es un proyecto, un trabajo sin ánimo de lucro o de carácter social o una empresa comercial sin importar su tamaño o si es un ente gubernamental; tampoco importa si se trabaja con amigos, familiares, en un ambiente relajado o un ambiente muy técnico; el respeto hacia los demás siempre debe de existir porque cuando éste se pierde la calidad del trabajo se merma enormemente.
Si uno va a trabajar, aunque sea de Freelance debe de saber que lo tiene que hacer comprometido consigo mismo, porque aunque parezca absurdo muchas personas se traicionan a sí mismas, entonces ¿Qué se puede esperar de comprometerse con terceros?
Muchos no entienden que los caprichos que se tenia en la universidad quedaron atrás al igual que el estilo que de vida que conservaban en esa época, cuando se entra a laborar, aunque sea de practicante, debe de deducir que se empieza una nueva etapa y que a pesar que la gente de su edad hacen X cosas, uno no puede hacerlas porque tiene algo que se llama compromiso con su trabajo, es duro madurar pero toca. No faltan los que renuncian para poder retomar una vida que ya se fue y luego llegan los arrepentimientos porque ven como aquellos que compartían con ellos esos momentos ya no lo hacen igual porque han adquirido compromisos.
Es hora de pellizcarse y entender que la vida esta llena de compromisos que requieren lealtad, esfuerzo, capacidad de innovar y de proponer; no dejemos pasar oportunidades ni menospreciemos a aquellos que nos la han dado porque como dicen por ahí, “el mundo da muchas vueltas”; trabajemos comprometidos con lo que hacemos, y con mucho entusiasmo y positivismo, aunque sea un escampadero, porque el éxito no cae del cielo, este se consigue a pulso.