No recuerdo la fuente, pero alguna vez escuché que no hay nada más pertinente al diseñador gráfico que la tipografía.
En otra oportunidad escuché un comentario informal del profesor y diseñador gráfico David Consuegra donde decía que “…la mayoría de los estudiantes de diseño gráfico y profesionales jóvenes no tenían el mínimo respeto ni conocimiento de esta disciplina…”; él hacía alusión a las nuevas posibilidades de manipulación de las fuentes tipográficas, (-creo que Corel Draw tiene mucho de culpa-) y como estos efectos lo que hacían eran crear ruido y caos, en cualquier pieza gráfica.
El problema no es tener las herramientas de manipulación de fuentes, sino que en la mayoría de los casos la decisión sólo se hace con el corazón y no con la razón – ¿será que tiendo a ser un diseñosaurio?-.
Quiero decir que el no reflexionar sobre el carácter que debe evocar la pieza gráfica, la función y el enfoque comunicativo que debe cumplir y por supuesto las características Psicográficas y no demográficas del usuario final sólo nos lleva a realizar trabajos promedio.
Para los que aguantaron los pasados cuatro párrafos aquí está el premio a la paciencia: El sitio de Will-Harris y su buscador Esperfonto, en él podemos seleccionar si nuestra fuente la queremos serif, sans-serif o script; luego escogemos la personalidad o el carácter general de la pieza gráfica, formal o casual; también podemos decidir si la necesitamos para el cuerpo del texto o para un titular; y finalmente podemos escoger la impresión que queremos causar, es algo como el estilo, moderna, tradicional, fresca, seria, amigable, y calida; y el buscador nos remite a los nombres de las fuentes y familias tipográficas que coinciden con nuestra búsqueda.
También es bueno hacer el Test tipográfico: “¿Te consideras un buen diseñador?”