Cuando yo digo de donde soy graduado todo el mundo me mira con admiración ya que es una de las universidades más prestigiosas y lógicamente ser graduado de allí abre muchas puertas, pero he encontrado a muchas personas que tienen un talento increíble para el diseño, la creatividad, la fotografía, el dibujo, que salen con ideas de marketing que lo dejan a uno anonadado, pero al preguntarles donde estudian o de donde se graduaron cambian de color, evaden la mirada y se siente le intimidación que les da saber que están hablando con alguien que termino en una universidad de renombre; a regañas dientes lo dicen, algunos con pena y otros camuflan la pena con humor. No falta los que se llenan de un orgullo falso y lo dicen con el pecho lleno de aire.
Estas cosas me causan risa ya que la institución en donde uno termina los estudios no le da a uno garantía que se quedo bien formado y que va tener éxito profesional. Irónicamente falencias que hubo en mi formación universitaria son por las que mas me reconocen como profesional. No digo que mi universidad fuese mala pero por ejemplo, organizó eventos y en ningún momento tuve una asignatura que me formará en esta labor, he realizado campañas de marketing político y electoral de lo cual vi una materia de propaganda política que lo único que hacia era dormirnos en clase por lo pesada, aburridora y poco formadora. De mi universidad le debo el 15% de mi formación y un porcentaje que cálculo que es del 50% a mis compañeros. Tener un buen grupo de compañeros es muy importante en la formación como profesional ya que si ellos son mediocres esa mediocridad se puede contagiar, pero si son inquietos, trabajadores, exigentes y creativos eso también se contagia.
La academia le da unas bases pero la formación como profesional depende completamente de uno. Si en verdad la carrera que se esta estudiando es lo que a uno le gusta, se debe de ser conciente que hay que ir más allá de lo que se enseña en un aula de clase. Los estudiantes de hoy día tienen ventajas que aquellos que nos toco utilizar calcoletras, pegante blanco, computadores de 1,5 gigas y escáner estilo brocha, envidiamos ¿Será que tanta tecnología esta volviendo a las mentes perezosas?
Muchos se condenan al fracaso porque creen que estudiar en una institución de renombre es la solución para alcanzar el éxito o sea que ellos no tienen esa posibilidad. Cuando me reúno con un cliente este nunca me piden mis notas académicas, el pensum que tuve y hoy en día es raro que le pregunte de donde uno se graduó, solo le importa que uno se bueno en su oficio, en lo que hace; además, una carrera como las que tenemos nos exige que estemos siempre actualizados y mucho más si trabajamos de manera independiente.
He tenido la oportunidad de trabajar con personas de las diversidades de renombres y de los que estudian en las llamadas instituciones de garaje y en ambos casos hay mucho talento como también hay personas que deberían de pensar en cambiar de profesión. Cuando se es buen profesional se es.
A diferencia de otros creo que todo el mundo merece demostrar de lo que es capaz. Me parece el colmo aquellas empresas que se fijan en que institución se graduó la persona para ver si la contrata o no, en vez de preocuparse si es talentosa o no. En ninguna parte aseguran que un egresado de “X” institución va ser mejor del que se graduó de “Y” institución. He escuchado como muchas empresas dicen “Yo nunca contrataría a graduados de esta o tal universidad”, eso es inmadures profesional porque uno debe de buscar lo mejor para su negocio y esa persona puede que no este en aquella universidad tan laureada.
Conozco muchos que terminaron en la misma universidad que yo y que actualmente están haciendo oficios que no tienen nada que ver con lo que estudiaron, hasta le echan la culpa a la universidad que porque resultaron ser mediocres como profesionales; tal vez tengan razón porque tuvimos profesores que dejaban mucho que desear, pero tampoco la tienen porque ¿si sabían que no estaban bien preparados porque no exigieron que lo prepararán mejor?
Actualmente dicto clases en una institución en la cual algunos alumnos se les nota la mediocridad, desean todo regalado, que no se les ponga trabajos para época de descanso y las entregas se limitan a lo que se le piden y ya…luego esas personas van a quejarse que es que no los prepararon bien.
Aquellos que están en formación les digo que le exijan a sus profesores, que quieran a los tiranos porque son de los que más se aprenden y no se conformen con que el profesor les ponga una alta calificación que no se merecen e investiguen y asistan eventos académicos que los haga más competitivos; y para los que ya se graduaron dejen de estar lamentándose por no haber tenido la oportunidad de terminar en una universidad con pergaminos, no se puede llorar sobre la leche derramada, y además, si hubiera estudiado allí no tiene la seguridad que hubiera quedado bien formado. Actualícese y sea más competitivo porque no importa de donde uno se graduó sino lo bueno que sea en la labor que desempeña.