Pongamos que nuestra página web se ha mantenido firme en posiciones líderes en los resultados de búsqueda de Google durante años. Esto nos ha proporcionado multitud de accesos a la web, tanto por parte de curiosos como por parte de personas que han realizado una operación de compra y que nos han generado ingresos. A día de hoy es posible que un gran volumen de nuestro negocio lo hagamos a través de estos accesos que tiene nuestra web. Por eso nos preocupa mucho que sigamos manteniendo esas posiciones líderes para determinadas palabras clave que gozan de una gran popularidad en el buscador por excelencia.
Pero de forma inexplicable, de la noche a la mañana, notamos que perdemos posiciones y que ya no estamos en los primeros puestos. Algo ha ocurrido que nos ha llevado a vernos afectados. ¿Qué ha pasado? ¿por qué nos han castigado de esa forma? ¿hemos hecho algo que haya enfurecido a Google? Es frecuente que se nos ocurran este tipo de preguntas mientras con rabia intentamos buscar una solución. Y sabremos que Google no es precisamente una empresa a la que puedas llamar por teléfono para pedirle explicaciones por algo que haya ocurrido dentro de esta línea.
Si ha pasado, ha pasado. El motivo es difícil de saber con exactitud y Google no nos lo va a decir. Pero algo ha llevado a que perdamos posiciones y será nuestra tarea ponernos las pilas para conseguir recuperarlas y que nuestro negocio no se vaya al traste. ¿Pero cómo descubrirlo? ¿cuáles pueden ser los motivos de esta pérdida repentina de puestos en los ránkings?
Desde Google, John Mueller ha desvelado una serie de motivos que podrían ser los que hayan llevado a que nuestra web haya perdido posiciones. Por supuesto, solo es una guía, una serie de razones que pueden encajar en nuestro caso particular o no hacerlo. Sí nos sirve como punto de referencia y tener al menos uno desde el cual partir ya es mucho más de lo que podríamos pedir en este tipo de casos en los que nos podemos sentir tan perdidos.
1. Internet cambia
Google explica que Internet es un organismo vivo que está cambiando de manera constante. Está vivo y eso significa que puede ocurrir cualquier cosa en cualquier momento. No podemos dar nada por sentado. A nuestros ránkings puede influir que uno de los enlaces que tuviéramos haya caducado porque la web en cuestión ya no exista. O quizá se deba a que los enlaces de nuestros competidores ahora son mejores. O quizá se debe al contenido, a la aparición de nuevas páginas web que compiten con nosotros o a cualquier otro factor relacionado.
2. Los ránkings no son permanentes
Uno de los grandes errores que cometen algunos webmasters es creer que las posiciones en los ránkings son definitivas y permanentes. Pero en realidad, como decíamos, pueden cambiar en cualquier momento. Google quiere que recordemos que la red es un entorno dinámico y cambiante, así que por mucho que llevemos unos cuantos años en las primeras posiciones no debemos pensar que esto va a continuar así.
3. Los hábitos del usuario cambian
Otro de los consejos que proporciona Google es que tengamos en cuenta que los hábitos de los usuarios cambian con el paso del tiempo y que esto también afecta a la manera en la que realizan búsquedas. Cambian la forma en la que buscan términos y también cambia lo que buscan. Conceptos, términos o productos que podían ser populares en el pasado y que estaban ayudándonos a llegar a las mejores posiciones es posible que hayan caído en cuanto a su fama. Esto afectará globalmente a nuestra página y nos irá dejando cada vez más atrás porque nadie buscará esos términos y Google pensará que ya no somos relevantes.
4. Los algoritmos evolucionan
Y esta es la mayor realidad del trabajo en el día a día con Google. Sus algoritmos cambian de forma frecuente y pueden derivar en la introducción de nuevos conceptos e ideas que modifiquen la manera en la cual el buscador analiza y valora las páginas web. Lo que en el pasado podía ser un detonante para que Google nos diera puntos en los ránkings puede terminar convirtiéndose en algo irrelevante o que incluso afecte negativamente al posicionamiento de la web. Es difícil trabajar para complacer a Google, por lo que la compañía siempre recomienda que se intente satisfacer al usuario. Porque al fin y al cabo, el buscador le dará más peso y relevancia a aquellas páginas web que consigan dejar contento a quien está usando Google.
En general se puede comprobar cómo Google es un organismo complejo, algo que cualquier persona que haya creado una página web sabe bien. Pero también es algo imprescindible que debemos tener en cuenta y cuyos ránkings pueden llevar a que nuestro producto termine siendo un éxito. Mantenerse frescos e intentar dar lo máximo de nosotros mismos ayudará a que, si hemos perdido posiciones, podamos recuperarlas.