Un programa corporativo de diseño pretende la organización de la comunicación visual de una empresa.
La correcta aplicación de los elementos comunicativos básicos de una empresa está ligado al desarrollo de un buen manual y a la aplicación correcta de las reglas que en éste se especifican. Si logramos mantener unas normas mínimas, conseguiremos mantener una imagen coherente y cohesionada de la empresa. Para ello deberemos explicar con exactitud la forma y contexto en que aparecerán los elementos gráficos utilizados como elementos de comunicación.
Al proporcionar un perfil visual mediante esta normativa, se aspira a proporcionar un aspecto exterior singular y diferenciado del resto de las empresas, tanto de su sector como de otros.
Un manual es un trabajo personalizado para una empresa o institución, y su desarrollo así como las partes que lo compongan dependerán de su estructura, sus actividades así como los elementos básicos que siempre serán imprescindibles (logomarca, colores corporativos, tipografías a utilizar…) pero el resto de los capítulos estarán condicionados por las necesidades específicas que la empresa tenga y por las que se puedan prever en un futuro inmediato.
El manual tiene como objetivo, evitar que se tome la identidad de una empresa y se realicen interpretaciones personales que no estén ajustadas a una determinada línea de diseño. El objetivo es que pueda ser visto y utilizado por cualquier persona dentro de la empresa, puesto que la identidad afecta a toda la organización.
Por tanto debe ser simple y coherente, así como claro en cuanto a lenguaje y gráficos. Otra de las premisas que debe cumplir un buen manual es que no sea cerrado, sino que prevea modificaciones o futuras aplicaciones, es decir que tenga un cierto carácter abierto. Mediante un manual lo que realizamos es en realidad un estudio extensivo de los elementos básicos, así como el desarrollo de una serie de plantillas para la comunicación de la empresa. Dependiendo de la entidad de la misma esos elementos comunicativos serán más o menos extensos y cubrirán tanto la comunicación interna como la externa.
En resumen un manual debe cumplir algunas premisas como son:
Que sea fácil de transportar así como de poder trabajar con él. Fácil de consultar y comprender. Debe ser distinto a otros (principio de originalidad)
Debe ser un elemento útil de trabajo, no sólo una publicación "bonita". En ocasiones los manuales tienen una parte introductoria del trabajo que puede constar de una serie de apartados variables dependiendo de la importancia que creamos que pueda tener como conjunto para entender el manual que luego se presenta.
Estos apartados pueden ser:
Carta de presentación (de una persona responsable de la corporación).
Historia de la compañía (antecedentes, primeros símbolos, evolución, modificación, símbolos similares existentes, símbolos de empresas que actúan en el mismo sector…)
Justificación de la necesidad del manual (¿por qué el manual? -fusión, renovación, unificación, cambio directivo…-, importancia que tiene este manual para la empresa, beneficios que aporta una Identidad…
Creadores de la nueva identidad (empresa encargada -historia profesional y trabajos realizados-, fecha de edición de la identidad, así como fotomecánica e imprenta). Deberemos comenzar el manual con una introducción que sea fruto de las conclusiones a las que hayamos llegado tras hacer una fase de estudio y análisis de la corporación. En esta introducción debemos justificar el trabajo gráfico que hemos desarrollado.
La logomarca deberá identificar a la empresa de forma rápida y correcta, así como a la actividad a la que se dedica. Antes de crear el logo, deberemos tener una información detallada de la actividad y el estilo de la empresa.
Estudiaremos cual es el público objetivo al que va dirigido, deberemos tener en cuenta:
Ámbito socio-económico (alta, baja, media).
Sector demográfico (sexo, edad, cultura…).
Medio Geográfico (urbano, provincial, regional, nacional, internacional…).
Posicionamiento en el mercado, teniendo en cuenta a las empresas que pueden competir con nosotros en el mismo sector y ver cual es la forma gráfica en la que se presentan al mercado. En definitiva un manual de identidad debe comprender el conocimiento completo de las circunstancias, características y realidad de la empresa objeto de desarrollo de diseño.
Deberemos considerar las distintas reproducciones que tendrá la logomarca y los usos más comunes que tendrá ya desde los bocetos de la misma.
La logomarca debe ser lo más intemporal posible, no utilizando tipografías modernas o elementos que puedan quedar anticuados en poco tiempo.
En el manual no deberemos olvidarnos de una maquetación cuidada así como de crear un índice que nos permita movernos cómodamente por los distintos capítulos del manual.
Una buena composición de índices es esencial para la comprensión rápida de documentos técnicos extensos.