La polémica fue el marco en la cual se desarrolló la idea y la conciencia del diseño moderno. Como hemos podido observar a lo largo del origen del concepto y de la disciplina, el diseño siempre ha estado ligado a un origen contradictorio, producto no sólo de su contexto, enmarcado en la revolución industrial, sino también de las necesidades culturales que redimensionaron las labores de los artistas, los arquitectos y los artesanos.
El origen de la disciplina se nos muestra heterogéneo cuando se pretende historiar y comprender a través de sus procesos, porque indiscutiblemente se encuentra ligado a movimientos paralelos en la arquitectura, el arte y la unión de ambos, como aquellos definitorios del Art Noveau, el Art & Craft, El Werkbund, la Bauhaus, De Stilj, y, posteriormente, las subsecuentes discusiones en torno al alcance del diseño, sus vinculaciones y desvinculaciones con otras disciplinas.
El diseño, desvinculado del marco histórico, presenta en la actualidad una diatriba acerca de si es un arte o un oficio, pues existen algunos diseñadores que transitan en el campo del arte con facilidad y muchos otros que no lo hacen. Hoy en día, pareciera estar bien separado el hecho de que el fin último del arte y del diseño, así como su metodología y consideraciones, son muy diferentes, aun cuando veamos como artísticos algunos diseños.
Los artistas del Art Noveau, primer estilo creado por la industria, lograron unificar perfectamente lo artístico junto al diseño. Personalidades como el arquitecto Inglés Makmurdo y artistas como Beardsley, Tolouse Lautrec, Gauguin, Klimt, Khnopff, permitieron ampliar la visión del arte hacia el diseño, al cual las vanguardias terminaron de desarrollar.
Con el advenimiento del siglo XX, Las vanguardias artísticas no sólo permitieron una apertura al nivel de representación de la realidad y nuevas concepciones estéticas, sino que permitieron una real integración del arte y el diseño con movimientos como la Bauhaus, De Stilj, La Escuela de Diseño de Chicago, La Escuela de Nueva York y la Escuela superior de Diseño de ULM, y con el influjo de estilos provenientes directamente del arte o la arquitectura como el Minimal, el Arte Conceptual y el Pop Art, los cuales tradujeron en estilo para el diseño a partir de los 70. Es importante lo planteado por el Pop Art, al inspirarse en imágenes publicitarias y al ser ovacionado por un público de masas.
Su finalidad parecía describir todo lo que hasta entonces había parecido indigno de atención y no propio del arte: La publicidad, las ilustraciones de las revistas, los muebles en serie, los vestidos, los comics etc., desarrollados por artistas como Robert Rauschemberg, Claes Oldenburg, Roy Lichtenstein y Andy Warhol entre otros, quienes tomaron las imágenes directamente de la cultura de masas (Walker, 1975).
En una búsqueda de nuevas formas e imágenes, el mundo de las décadas posteriores a la segunda guerra mundial observó el desarrollo de la imagen conceptual llevada a la línea del diseño industrial y visual.
En la segunda mitad del siglo XX, el fenómeno de la totalidad de las artes visuales quedaba a disposición del diseñador, como una biblioteca de formas e imágenes realizables; en especial, las posibilidades que inspiraron los movimientos artísticos de este siglo, como la configuración espacial del Cubismo, las yuxtaposiciones, las dislocaciones y los cambios de escalas del Surrealismo, así como la renovación de imágenes masivas publicitarias del arte popular.
A medida que los artistas gráficos y diseñadores en general tuvieron mayores oportunidades de manifestar su propio estilo, crearon mayor cantidad de imágenes personales y generaron técnicas y estilos propios. Las fronteras tradicionales entre las Bellas Artes y la comunicación visual de carácter público, se hacían más confusas y la tendencia a imágenes conceptuales llegó a ser significativa en Polonia, Estados Unidos, Alemania y Cuba para luego implantarse como una tendencia significativa, surgida a mediados del siglo XX (Meggs, 1991).
El diseño, tomando en cuenta las anteriores referencias, es fruto del aporte del arte, de las consideraciones estéticas de su época y de la capacidad de crear formas, imágenes, conceptos y objetos con finalidades específicas. A pesar de que el arte responda a procesos aparentemente diferentes, las herramientas básicas de trabajo coinciden: articulan sus imágenes con los mismos medios (color, forma, materia, concepto, símbolo etc.) y los creadores deben hacerlo con el máximo de imaginación y creatividad, aunque el fin último de ambos sea diferente.