Estamos en pleno apogeo de la época electoral, acaban de pasar las elecciones al Senado de la República, a la Cámara de Representantes, al Parlamento Andino y a la Consulta de los partidos Conservador y Verde. Si uno ve estas elecciones desde la publicidad electoral, solo basta con decir que fueron vergonzosas. Son pocos los candidatos que hicieron campañas innovadoras, que no cayeron en clichés y que no trataron a la gente como bobas.
Es increíble la cantidad de plata que se invirtió en publicidad de candidatos con sus fotos típicas de hombres o mujeres que van a salvar al mundo, con sus planos contrapicados y sus miradas visionarias… ¿Oh candidatos todopoderosos sálvenos?
La inexperiencia de muchas agencias y publicistas también se hizo notar con fotos que muchas veces parecían como tomadas para la cedula o el pasaporte, en las cuales se les ponía un fondo, el logo del partido, el numero, un eslogan y con eso creían que iban a conquistar a las masas. Aquellos que se la tiraron de mas creativos mostraban a sus candidatos con poses ridículas que no van con su forma de vestir ni de actuar y hasta por ahí muchas mujeres salieron despelucadas…seria bueno saber ¿Por qué?
Pero hubo cosas peores. No falto el gran creativo que creyó que la gran solución para generar credibilidad al candidato era salir al lado de un candidato presidencial, eso es un insulto no solo a la publicidad política y electoral sino al propio candidato porque aunque el no se de cuenta, el mensaje que se le esta dando a la gente es que ese candidato es tan poca cosa que necesita de otra persona que le de credibilidad. No podemos dejar de mencionar las famosas piezas compartidas, en las cuales los diagramadores o diseñadores no hicieron el mínimo esfuerzo para que estas fueran coherentes, se veía como se forzada dos diseños completamente diferentes para que aparecieran en una misma pieza, además, las piezas que si fueron hechas pensadas en ser compartidas con otro candidato pecaron por la pésima diagramación y al sobresaturación de información, hasta obviaron reglas básicas como por ejemplo el tiempo disponible para un conductor para visualizar una valla, habían vallas que mas parecían sancochos que ni para alguien que fuese caminando la alcanzaría a comprender con tantos elementos juntos. Definitivamente estas elecciones se caracterizaron por lo pésimo de la publicidad electoral, porque si hablo de proselitismo pues fue mucho peor.
Estamos ahora en las presidenciales, que además de estar violando normas como la no utilización de los colores y símbolos patrios, están demostrando que van a ser pésimas, empezando que hay dos posiciones, los que están en contra de Uribe solo saben atacar al gobierno saliente, no reconocen sus meritos y no sacan propuestas reales, se quieren ganar los votos con discursos populistas de pacotilla; los que están a favor de Uribe están pasados utilizando la imagen de nuestro actual presidente o cualquier frase que este allá dicho para demostrar que tienen el respaldo de él.
Si me guio por la publicidad yo creo que la mejor opción será votar en blanco, si no tienen criterio para hacer que sus publicistas o sus agencias de publicidad les hagan campañas electorales de verdad, que criterio van a tener para dirigir un país. Hace poco Jaime Bayly en su programa en NTN24 analizo las campañas de los actuales candidatos a la presidencia y desde su humor negro y su sarcasmo dijo lo que es cierto, la publicidad electoral colombiana es malísima.
Si no sabemos de publicidad electoral subcontratemos a quienes saben pero no juguemos a hacer lo que no sabemos hacer porque en verdad perjudican al candidato y al pueblo que lo deben de escoger. Dejemos los egos a un lado, solo porque una agencia tenga gran prestigio no quiere decir que entiende sobre marketing electoral, zapatero a tus zapatos y tratemos de hacer las cosas bien, sobretodo si tenemos la responsabilidad de hacer que la gente escoja el futuro de este país.