La publicidad ha sido satanizada como la culpable de obsesionar a mucha gente con tener cuerpos y rostros perfectos, y no faltan los que se creen de la Santa Inquisición y la condenan de casi todos los males del mundo. Es cierto que durante décadas los estereotipos eran guías a seguir para hacer una campaña en los tiempos de la publicidad masiva, o sea hace bastantes añitos, porque la segmentación y la micro segmentación de mercados borro eso hace más de una década. Hoy en día el publicista que utiliza estereotipos es considerado jurasico, porque es bien sabido que para llegar a un nicho de mercado se deben de buscar modelos con los que la gente se identifique, que sientan que son alcanzables, que sean un ejemplo a seguir.
Colombia que era un país en el cual en la publicidad solo aparecían personas de pieles blancas y ojos claros, salió de ese retraso y siguió el ejemplo de naciones como México o Perú que se sienten orgullosos de sus ancestros. Colombia paso a creerse a nivel publicitario anglosajón a ser una más mestiza, y ahora ya se ve negros e indios encabezando importantes campañas publicitarias. El reconocimiento de esta variedad étnica favoreció a muchos aquellos que creían que no tenían futuro en el modelaje porque no cumplían esos estereotipos erróneos que manejaban en nuestro país.
Algo que también ha cambiado es el concepto de belleza, porque ahora se busca personajes que tengan una estética agradable o graciosa, que una persona bella y vacía, hay que tener en cuenta que una campaña tiene que ser persuasiva y la única forma de serlo es llegarle a la gente con aquello que quieren o se identifiquen.
Muchos cuestionaran esto porque se ve gente linda en gran variedad de campañas pero seamos realistas, hay algo que hoy en día es clave cuando se escoge a un modelo publicitario, y es que éste o ésta va legitimar la marca o sea que va a ser la imagen de ésta y todo lo que esta persona diga o haga puede afectar a la empresa, producto o servicio; esto implica que ya no es tan fácil hacer una campaña publicitaria porque un modelo mal escogido puede hacer quebrar a nuestro cliente.
Actualmente mujeres como Carolina Cruz, Andrea Serna y Laura Acuña son muy solicitadas no porque sean bellas, sino por ser mujeres con carácter, trabajadoras, luchadoras, muy profesionales, que se convierten en un ejemplo para otras mujeres para salir adelante a pesar de lo que se les presente; esto conlleva que como muchas otras su físico no sea la única razón para que representen diferentes marcas. Dove sorprendió al mundo al mostrar mujeres reales, gorditas, con cuerpos que para nada se acercaban a los 90-60-90 y con edades avanzadas, que conllevo a tener una de las mejores campañas que se han hecho a nivel publicitario. Si nos vamos algo mas nuestro, podemos recordar la campaña de expectativa de OLA con su personajes Chepe, un tipo feo que era el único que no quería mejorar su servicio celular o el caso de Calimeño, un personaje que apareció en un spot de salsa de tomate Fruco o Blanquita, la muchacha de servicio más querida del país que promociona el límpido JGB y así encontramos personajes gordos, flacos, lindos, feos, mal vestidos, estilizados y de muchas más formas en nuestra publicidad.
Hoy en día cualquier persona puede servir para ser imagen de una campaña publicitaria si el estudio del target al que ve dirigido el producto da como resultados dichos parámetros, hoy no todo lo bello vende, lo que se considera feo o chistoso también. La belleza en la publicidad es relativa, ésta se basa en la efectividad de la campaña la cual depende completamente de una excelente estrategia.