¿Qué Entendemos por Envase?
El envase es el contenedor que está en contacto directo con el producto, cuya función es guardar, proteger, conservar e identificar además de facilitar su manejo y comercialización.
La calidad de los mismos se puede considerar de dos formas. La calidad de producción, referido al uso de materiales adecuados según el alimento y a su proceso de elaboración; y la calidad de servicio, referido a la funcionalidad, practicidad (apertura sin derramar el contenido, la posibilidad de cerrar nuevamente el envase para que el producto no se altere, etc.) y diseño atractivo para el usuario.
Nuestra legislación, el Código Alimentario Argentino, clasifica los envases de uso alimentario de la siguiente manera:
Envase primario:
Es el envase inmediato del producto, es decir, con el que tiene contacto directo. Por ejemplo una botella de gaseosa.
Envase secundario:
Es el contenedor unitario de uno o varios envases primarios. Su función es protegerlos, identificarlos y comunicar e informar sobre las cualidades del producto. Frecuentemente, este envase es desechado cuando el producto se pone en uso, ejemplo: el envoltorio que recubre a seis botellas de gaseosa.
Envase terciario:
Es el que sirve para distribuir, unificar y proteger el producto a lo largo de la cadena comercial, por ejemplo: caja grande de cartón que contiene pequeñas cajas con chocolates.
¿En qué consiste la calidad de producción?
Las normas establecen que los envases y equipamientos que estén en contacto con los alimentos deben fabricarse de conformidad con las buenas prácticas de manufactura. El objetivo es que en las condiciones normales o previsibles de empleo no se produzca migración a los alimentos de componentes indeseables, tóxicos o contaminantes en cantidades tales que:
a. Superen los límites máximos establecidos;
b. Puedan representar un riesgo para la salud humana;
c. Ocasionen una modificación inaceptable de la composición de los alimentos o en los caracteres sensoriales de los mismos.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de migración?
Es la transferencia de componentes desde el material en contacto con los alimentos hacia dichos productos, debido a fenómenos fisicoquímicos.
¿Cómo se permite el uso de un determinado material para un envase alimentario?
Para cada material de envase se especifican las condiciones para realizar los ensayos de migración, según el tipo de alimento y simulante (producto que imita el comportamiento de un grupo de alimentos que tienen características parecidas) De acuerdo a los resultados se permite o no su uso en alimentos.
En los ensayos de migración se comprueba el contacto de los materiales usados para el envase con los simulantes, en las condiciones de tiempo y temperatura seleccionados de acuerdo a una tabla, de modo de reproducir las condiciones normales o previsibles de elaboración, fraccionamiento, almacenamiento, distribución, comercialización y consumo del alimento.
¿Qué materiales se pueden utilizar para esta finalidad?
Los materiales permitidos para este fin son los siguientes:
Materias plásticas, incluidos los barnices y los revestimientos. Celulosas regeneradas. Elastómeros y cauchos. Papeles y cartones. Cerámicas. Vidrio. Metales y aleaciones. Madera, incluido el corcho. Productos textiles. Ceras de parafina y ceras microcristalinas. Otros.
Aclaración
En el caso que el envase aún no haya sido habilitado para la utilización con alimentos, se deberá realizar el trámite de autorización correspondiente. En este proceso se deberá realizar una serie de análisis, cuyos resultados serán presentados por un apoderado de la empresa en el organismo competente (SENASA y/o INAL) según el alimento a envasar.
En resumen ...
La compatibilidad entre el recipiente y el producto es de suma importancia. Las características del envase, además de mantener la integridad física y microbiológica, no deben provocar alteraciones en las características organolépticas del alimento que contienen, ni tampoco poner en peligro la salud pública.